Los diálogos platónicos y su adecuada comprensión y aplicación han sido una preocupación constante de la torre del Virrey con la convicción de que, sea lo que fuere la filosofía, ha de pasar por la lectura de Platón. En 2019, el profesor William H. F. Altman nos presentó el Orden de Lectura de los Diálogos de Platón («la Hipótesis Curricular») que en 2021 nos propusimos seguir en formato de seminario. Del mismo modo como «la razón misma valiéndose del poder dialéctico» puede considerar las hipótesis como «peldaños y trampolines» hasta lo no hipotético (R. 511 b), leeremos los Diálogos y Cartas de Platón como tales peldaños y trampolines para aprender a filosofar y descubrir que la discusión «no es sobre un asunto cualquiera, sino sobre el modo como se debe vivir» (R. 352 d).
LA REPÚBLICA DE PLATÓN
Los diálogos de la torre del Virrey
ARCHIVO
CURSO 2023 – 2024
LOS DIÁLOGOS DE LA TORRE DEL VIRREY
LA REPÚBLICA DE PLATÓN
Directora del Seminario: María Golfe Folgado
PROGRAMA
REPÚBLICA I
Ponente: Álvaro López Cano
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1. Clitofonte 406a
SÓCRATES. — Refiriéndose a Clitofonte, el hijo de Aristónimo, alguien nos contaba recientemente que, hablando con Lisias, censuraba sus charlas con Sócrates y ponderaba, en cambio, exageradamente su trato con Trasímaco.
Κλειτοφῶντα τὸν Ἀριστωνύμου τις ἡμῖν διηγεῖτο ἔναγχος, ὅτι Λυσίᾳ διαλεγόμενος τὰς μὲν μετὰ Σωκράτους διατριβὰς ψέγοι, τὴν Θρασυμάχου δὲ συνουσίαν ὑπερεπαινοῖ.
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REPÚBLICA II Y III
Ponente: María Golfe
FEDRO. — Hermosísimo entretenimiento [παγκάλην … παιδιάν] frente a un vil ese que mencionas, Sócrates, del hombre capaz de jugar con los discursos [τοῦ ἐν λόγοις δυναμένου παίζειν], componiendo historias [μυθολογοῦντα] sobre la justicia y las demás cosas que dices [δικαιοσύνης τε καὶ ἄλλων ὧν λέγεις πέρι].
SÓCRATES. — En efecto, amigo Fedro, así es. Pero mucho más bello, creo yo, es el ocuparse de ellas en serio cuando, haciendo uso del arte de la dialéctica [τῇ διαλεκτικῇ τέχνῃ], y una vez que se ha cogido un alma adecuada, se plantan y se siembran en ella discursos unidos al conocimiento [μετ᾽ ἐπιστήμης λόγους]; discursos capaces de defenderse a sí mismos y a su sembrador, que no son estériles, sino que tienen una simiente de la que en otros caracteres germinan otros discursos capaces de transmitir siempre esa semilla de un modo inmortal, haciendo feliz a su poseedor, en el más alto grado que le es posible al hombre.
PLATÓN, Fedro 276 e-277 a
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REPÚBLICA IV
Ponente: Eric Jiayu Martos García
Traslademos, pues, al individuo lo que allí se nos mostró y, si hay conformidad, será ello bien; y, si en el individuo aparece como algo distinto, volveremos a la ciudad a hacer la prueba [πάλιν ἐπανιόντες ἐπὶ τὴν πόλιν βασανιοῦμεν] , y así, mirando al uno junto a la otra y poniéndolos en contacto y roce [παρ᾽ ἄλληλα σκοποῦντες καὶ τρίβοντες], quizá conseguiremos que brille la justicia como fuego de enjutos [ὥσπερ ἐκ πυρείων ἐκλάμψαι ποιήσαιμεν τὴν δικαιοσύνην] y, al hacerse visible, podremos afirmarla en nosotros mismos.
PLATÓN, República 434 e-435 a
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REPÚBLICA V
Ponente: Unai Cava Salgado
De allí fui yo sacado a duras penas gracias a los dioses, afortunadamente, pero mi hermano fue encerrado en la corte por una mala fortuna como ningún otro hombre ha sufrido jamás. Pues si él mostró un carácter algo áspero y violento, esto aumentó con su educación montaraz. Y creo yo que es justo que esta responsabilidad recaiga sobre el que nos proporcionó a la fuerza semejante educación, de la que a mí los dioses me purificaron e inmunizaron gracias a la filosofía [ἧς ἐμὲ μὲν οἱ θεοὶ διὰ τῆς φιλοσοφίας καθαρὸν ἀπέφηναν καὶ ἐξάντη], pero de la que a él nadie le liberó.
JULIANO, Al senado y pueblo de Atenas 271d-272a
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LAS CARTAS DE PLATÓN
Ponente: Prof. Ricardo Bonet Llinares
Desde luego una obra mía referente a estas cuestiones ni existe ni existirá jamás; porque no admite en absoluto la expresión verbal del mismo modo como otros estudios, sino que, como resultado de la aplicación continuada al tema mismo y la comunión con él, lo hace nacer en el alma de repente, como la luz que se enciende de una chispa que salta [ἐξαίφνης, οἷον ἀπὸ πυρὸς, πηδήσαντος ἐξαφθὲν φῶς] y de ahí en adelante se nutre a sí misma. Desde luego de una cosa estoy seguro: la exposición de estas materias por escrito o de palabra nadie podría hacerla mejor que yo; pero también sé que los defectos de esta exposición a nadie causarían mayor disgusto que a mí.
Carta VII 341c-d
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REPÚBLICA VI
Ponente: Prof. Rubén Villacañas Martí
Índice de la exposición
1. Introducción al ‘Libro VI’
2. Ἐὰν μή ἢ οἱ φιλόσοφοι βασιλεύσωσιν οὐκ ἔστι κακῶν παῦλα ταῖς πόλεσι
3. Las objeciones ‘de Adimanto’: antesala de la segunda apología de Sócrates
4. La naturaleza del filósofo: ὁ φύλαξ τέλειος y más allá
5. La educación del filósofo: ἡ μακροτέρα περίοδος καὶ τὰ μέγιστα μαθήματα
6. Παράδοξαι… ¿δοκοῦσαι ἤ οὖσαι?
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REPÚBLICA VII
Ponente: Profª. Carmen Rabadán Puchades
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1. La ciudad del ayer (que puede ser siempre)
La interpretación bajo la cual voy a presentar el libro séptimo de la República es, claro está, subsidiaria de la de Altman, de la de Antonio y de la Torre. Quizá peque de sobreinterpretación o de proyección en ciertos momentos (o en muchos), que -creo- suelen ser mis errores más habituales.
Pienso en cuando Altman dice que Platón no describió un proyecto utópico en la ciudad que construye, sino que dicha ciudad es un pretexto para educar a Glaucón y Adimanto. Quiero llevar a otro punto (no sé si osada o desmesuradamente) esta interpretación: la ciudad de discursos (τῶν λόγων) que Sócrates construye con Glaucón y Adimanto no es, de ningún modo, una ciudad nueva ni una ciudad para el futuro. Nunca aparece el adjetivo νέα (“nueva”) en las numerosas ocasiones en que aparece la palabra πόλις. Tampoco el adverbio αὔριον, “mañana” (el cual, por cierto, parece que no aparece en toda la República; sí lo hará en el Fedón, el último de los diálogos en el orden de lectura de Altman). Si mis búsquedas en Perseus han sido correctas, un sintagma como ἡ νέα πόλις o ἡ αὔριον πόλις no aparece nunca en la República. […]
